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Human centric lighting: Una generación de luz que mejore la experiencia humana

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En la actualidad, es muy común oír hablar de la iluminación LED, de su bajo consumo y gran ahorro, de que son las bombillas más sostenibles que existen y las que menos dañan el medio ambiente, etc. Pero… ¿se sabe hasta que punto la iluminación LED tiene ventajas en la salud y el comportamiento del ser humano?

Las investigaciones en Human Centric Lighting se basan en la adaptación de la luz a las necesidades correspondientes del usuario para alcanzar una calidad máxima de iluminación. La luz no sólo sirve para orientarnos visualmente y movernos en el mundo en el que vivimos. Algunas longitudes de onda existentes en el espectro luminoso tienen una influencia notable sobre nuestra fisiología. La capacidad de concentración, la productividad y el rendimiento, los ritmos circadianos y en general, nuestro bienestar, puede verse alterado por una iluminación inadecuada.
Ya que a día de hoy las ventajas del LED están más que probadas, los avances en esta tecnología pueden centrarse en ofrecer un verdadero valor para mejorar la calidad de vida de las personas, yendo más allá de las razones económicas, energéticas y medioambientales. O sea, influir en aspectos que tengan que ver con el confort, la conducta y la salud humana a través del exhaustivo estudio de la intensidad, el espectro, la distribución espacial y angular… entre otras cosas.
Es un campo muy amplio y aún por explorar puesto que nuestro cerebro consta de una estructura realmente compleja y procesa y manipula las respuestas sensoriales con gran maestría. Podemos llegar a convencernos de que nos sentimos de una determinada manera, cuando nuestro cuerpo en realidad nos está diciendo que siente algo completamente distinto. Además, se sabe que existe una respuesta temprana a la iluminación que se escapa a nuestro control consciente, ya que podemos encontrarla en organismos primitivos que existían mucho antes de que hubiera seres humanos, o animales.

¿Cómo influye la luz sobre las personas?

La luz (tanto la visible, como la invisible) influye en la bioquímica del cerebro, los sistema endocrinos y los procesos metabólicos, por lo que hay que dirigirse hacia el objetivo de lograr una generación de luz que mejore la experiencia humana.

Los estudios en Human Centric Lighting basan sus esfuerzos en tres aspectos estrechamente relacionados entre sí y que no pueden estudiarse de manera aislada: el efecto visual, el no visual y el emocional de la luz.

  1. Efecto visual: Lograr que la luz sea visualmente efectiva para conseguir aquello que deseamos: destacar una zona en concreto, conseguir homogeneidad, etc.
  1. Efecto no visual: Imperceptible para el ojo humano, pero perceptible para nuestro cerebro. La luz puede tener un efecto activador o tranquilizante que regule nuestros ritmos biológicos.
  1. Efecto emocional: Indudablemente la luz genera emociones en el ser humano. Por eso, de normal cuando el sol nos sentimos más alegres y cuando llueve varios días seguidos, nos sentimos más apagados y melancólicos. La iluminación LED puede inducir de forma controlada y muy precisa, determinadas emociones en nosotros.

Los estudios científicos en Human Centric Lighting van enfocados básicamente al desarrollo de beneficios psicológicos y fisiológicos en el ser humano a través del diseño de diversos tipos de iluminación:

 – Iluminación Circadiana:

La composición espectral de la luz natural cambia a lo largo del día con el paso de las horas. Este cambio es el que hace que nuestros biorritmos, nuestros ritmos circadianos sean estables. Que nos despertemos cuando salga el sol y nos vayamos a dormir cuando es de noche.

Una diseño de iluminación adaptado a los ritmos circadianos nos ofrecerá la posibilidad de controlar la composición espectral durante el curso del día en analogía a la luz diurna (una luz más fría es las horas de actividad y una luz más cálida en las horas de relajación previas al sueño).

 – Iluminación Dinámica:

La luz con tonalidad blanco frío (con un alto componente de azul) tiene un efecto activador sobre el organismo. Aumenta el rendimiento, la productividad y la capacidad de concentración.

 – Iluminación Relajante:

La luz con tonalidad blanco cálido (con un alto componente de rojo) tiene un efecto relajante sobre nuestro organismo.

 – Iluminación Emocional:

Luz blanco cálido, blanco frío, blanco natural o color. Las necesidades, gustos y percepciones de las personas son muy personales y también depende de su situación. Por eso la iluminación también debe poder adaptarse a la atmósfera, el momento y el estado de ánimo.

No lo dudes más y pásate al LED con Goodwork.

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